Los trabajos, de cuyo coste se encarga el Obispado, servirán para consolidar su estructura, limpiar su piedra y adaptarlo a las medidas de seguridad que permitan subir a ella

10 de octubre de 2017 LAVOZDELSUR.ES

La Catedral de Jerez disfrutará de un nuevo aliciente turístico en los próximos meses tras la restauración de su torre campanario, cuando podrá ser visitable para el público. Los trabajos acaban de comenzar y ya de hecho son visibles los andamios en su entorno desde hace varios días.

La torre, al igual que ocurre con la Giralda de Sevilla, tiene origen mudéjar, ya que en su origen fue el minarete de la primitiva mezquita mayor de la ciudad, que se encontraba donde actualmente se alza la Catedral. Sin embargo, y a diferencia del templo metropolitano hispalense, no está anexa al edificio religioso. En cuanto al campanario, añadido centurias después, parece ser de factura gótica en su parte inferior y barroca en la superior.

La intervención, que corre a cargo del Obispado, será integral, ya que hace décadas que no se somete a una restauración en profundidad. La piedra presenta muy mal estado debido al paso del tiempo y a la suciedad, sobre todo en su parte superior, donde se acumulan restos de heces de palomas. Además, se hará necesario adaptarla en cuanto a medidas de seguridad, para que pueda ser visitable por todos aquellos curiosos que deseen contemplar las vistas desde lo alto de la torre.Aun así, la primera parte de la restauración de la torre comenzó en 2015, cuando se retiraron sus campanas para ser restauradas por una empresa especializada de la localidad jiennense de Torredonjimeno. Además de las campanas en sí, presentaban un pésimo estado las piezas que servían de sujeción de las pesadas piezas de bronce.

No se descarta, además, que pueda ser también visitable en el futuro la llamada casa del abad, aneja a la torre campanario, y que también fue objeto de una intervención de consolidación, que además sacaron a la luz dos arcos que según los arqueólogos datan del siglo XV o XVI. La casa del abad, o del deán, fue utilizada como vivienda hasta los años 60 del pasado siglo y se terminó de construir en 1761, utilizándose para ello restos de la primitiva Colegial.

Hay que recordar además otro de los atractivos que ofrece la Catedral de Jerez desde hace unos años, como es su museo permanente, con interesantes piezas de orfebrería (como la custodia del Corpus, obra de Manuel Gabella Baeza), esculturas (José de Arce, Jácome Baccaro, Esteve Bonet…) y pinturas (Murillo, Pacheco, Juan de Roelas o Zurbarán, con su célebre Virgen Niña). De esta manera, no hay duda que con estas últimas intervenciones el primer templo jerezano se convertirá en un referente turístico de primer orden para la ciudad.

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